Es muy fácil dañar una alfombra de lana si la limpiamos incorrectamente e incluso puede infectarse de hongos si la empapamos. Por ello, debes conocer la técnica correcta para remover la suciedad de tu alfombra de parte de nuestros especialistas en Mr. Mantser Clean.
Utiliza la aspiradora regularmente en tu alfombra de lana
El mantenimiento general de una alfombra de lana incluye el uso regular de la aspiradora, esto debe hacerse antes de utilizar cualquier producto de limpieza. Debido al grosor de la alfombra, el uso de agua y detergentes harán que la suciedad penetre aún más en la tela, además de limitar su efecto a la superficie creando una pasta.
Prepara agua fría y una esponja
Empezaremos el lavado de la alfombra preparando una solución de agua fría y jabón suave sin blanqueadores. Con ayuda de una esponja humedeceremos levemente la superficie de la alfombra con la mezcla.
No utilices agua caliente
Si la suciedad de la alfombra se está resistiendo a salir, no es necesario utilizar agua caliente para aflojarla. En estos casos es preferible y probar de nuevo después de que la alfombra se haya secado de forma natural, añadiendo un poco de bicarbonato a la mezcla.
El uso de agua caliente o del secado con altas temperaturas provoca que la alfombra pierda su forma. Si bien una alfombra suficientemente gruesa no se deformará, el uso continuado de altas temperaturas para su limpieza debilita enormemente sus hebras, aumentando el riesgo de ruptura.
¿Cómo puedo tratar con las manchas?
El tratamiento de manchas en alfombras de lana debe realizarse apenas son detectadas, de lo contrario será más difícil removerlas. En casos demasiado extremos deberás cepillar la alfombra con una pasta a base de bicarbonato y agua cepillando suavemente.
En casos extremos podemos usar agua tibia presionando un cepillo suave contra la lana; sin embargo, esto reducirá enormemente la vida útil de la alfombra. Si no quieres arriesgarte, contrata nuestro servicio de limpieza de alfombras y nuestros expertos se asegurarán de que no pierda color ni se debilite.
Secado de una alfombra de lana
Como hemos mencionado antes, las alfombras de este material tienden a decolorarse y debilitarse con la temperatura. Además, el peso de la alfombra puede estirarla de manera incómoda si la colgamos al sol.
Por ello, no se debe humedecer demasiado esta alfombra; sin embargo, podemos usar paños absorbentes para secarla. Si la alfombra es demasiado grande o derramamos agua en su superficie por accidente, podemos utilizar un secador en la configuración de temperatura más baja.
¿Qué puedo hacer si mi alfombra de lana tiene hongos?
La detección de hongos en alfombras de lana debe ser tomada como una prioridad en la limpieza del hogar. Para solucionar este problema, retiraremos la alfombra de su sitio original y la lavaremos sobre una superficie limpia.
Para lavar la alfombra mezclaremos agua fría y vinagre blanco en partes iguales, rociando la mezcla por toda la alfombra con un pulverizador. Además, limpiaremos cuidadosamente la zona mas visiblemente afectada por hongos con ayuda de una esponja.
Dejaremos que la solución actúe por 20 minutos y enjuagaremos bien la alfombra secándola con ayuda del secador. Si el hongo es muy difícil de eliminar o se encuentra muy profundo en las hebras de la lana, será necesario pedir la ayuda de especialistas.
Protege el resto de tu hogar de los hongos
Debemos lavar toda la habitación donde se encontraba la alfombra antes de volver a colocarla, pues algunas esporas se mantendrán en el aire. También debemos lavar el resto de telas que se encuentren en la habitación para prevenir que los hongos se propaguen por el resto del hogar.